Cuando el verano toca ya su fin, cuando todo parece estar acabado. Como si se tratase del ave fénix,el bosque surgue de sus cenizas para dejarnos los más bellos paisajes. Y como si fuesen cantos de sirenas, nos vemos atraidos por la elegante y majstuosa llamada de los señores del bosque:la berrea.
Nuestra historia comienza aquí; en la espusura del bosque, entre el dulce susurro del río y la majestuosa llamada de los ciervos.
En un lugar donde la acción del hombre no a pasado, donde se respira aire puro y tranquilidad, donde la serenidad se puede encontrar en cada rincon del bosque.
El principio del principado del principe..................
lunes, 25 de mayo de 2009
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